En mi último estado en
Facebook accidentalmente cometí un error de ortografía, escribí Intensión con
“S” en vez de Intención con “C”. Intensión con “S” hace referencia a la
intensidad en algo; ejemplo: Hosni escribe con tanta intensión que parece
escritor. Y aunque es un ejemplo de suposición y superación tiene cierta
veracidad, al menos yo lo creo así. En cambio Intención con “C” hace referencia
a la voluntad de hacer algo; ejemplo: tengo la intención de estar vivo hasta
que me muera. Algo lógico, ¿verdad? …Y al menos de que me obsesione por alguien
podría fusionar las palabras de la siguiente forma: “tengo la intención de
violarla con mucha intensión. Ya despejada la duda y de haber puesto mi mayor
deseo sexual en un ejemplo continuo con el relato.
Un lector Anónimo de cuyo
nombre no quiero acordarme y que pertenece a la Comunidad Lingüística del
Anillo, Comunidad el cual fundamos con mi General Palomino y Frodo Bolsón para
los años 1600, un lector Anónimo de esos que se esconden detrás de un teclado
como tú o como yo y haciendo uso de sus pre saberes y literacidad crítica para
criticar puso en evidencia en un comentario mi desacierto haciéndome quedar
ante la comunidad gironesa, en especial a mi club de fans en el asentamiento
las Marías vía a Bahondo como un Analfabeta Funcional. Este impase nasal se
convirtió en un combustible literario para retomar la escritura y darle un
nuevo impulso al Blog @reflexionesdebrazo.
Después de leer el
comentario de aquel justiciero idiomático, hice una réplica al comentario con
diccionario en mano (ya que un error no se puede cometer dos veces)
con la intención de hacerle saber que había leído su puntual apunte. Sin
embargo, en ningún momento pensé en eliminar el comentario o corregir el
estado, ya que una cosa complementa la otra, es decir, si corrijo el error, el
comentario de mi interlocutor perdería validez y se saldría de contexto, y si
elimino el comentario, corrijo el error y quedo bien con todos los lectores de
pantalla, no obstante, estaría siendo grosero con él, y aparte de eso
cometiendo una falta de respeto a su libre expresión en una red social que
es de carácter público. Si yo publico algo en una red social, ya sea material
multimedia y/o literario me someto totalmente a este principio. Un comentario
para bien o para mal debería tratarse con un mínimo de respeto aunque no se
compartan opiniones, con límites enmarcados por la autonomía y la libre
expresión. Entonces ¿qué pasa con los comentarios que tienen otro tinte, se
pasan de tono o son groseros? Pienso que simplemente el comentario me revelaría
la esencia y el proceder del personaje quien lo escribe, y no afectaría en
absoluto mi reputación, en caso de que eso me preocupe. Recuerde, el problema
es él no yo.
“Personalmente
me han bloqueado y eliminado comentarios en redes sociales, quizás para ellos
todos fuera de lugar, o en desacierto, esto sin lugar a dudas deja una
sensación agridulce, pero no se convierte en un motivo de peso para dejar de
afilar el lapicero o desempolvar el teclado, al contrario, afianza y da precisión
a esa habilidad”.
Para finalizar siento que se
debe tratar con respeto a todos los animales, incluyendo al hombre, sin olvidar
claro está a la Madre Naturaleza, y por favor, antes de realizar una acción (decir o hacer) piense (que es otra acción ya que viene del verbo
pensar) si esto impactara negativamente a alguien llámese, animal, cosa u
objeto.
Gracias a José Alexander Mojica Centeno por ser la
fuente de inspiración para este discurso escrito y por ser ese pasado oscuro
del cual nadie se arrepiente. Jajajaja.