Todos los años leo en
revistas para niños como SoHo, PlayBoyKids, BabyHustler, Venus y Serena William
Magazine artículos bastante interesantes y futuristas con relación a las nuevas
tendencias en celulares de alta gama. Algunos de esos artículos describen
celulares con inteligencia natural y artificial, con cámara frontal de rayos X
(para casos de que se parta un dedo),
teclas hechas con gomitas trululu (para casos
de hambre en chat infinitos por WhatsApp) y carcasas hechas con piel de
Amparo Grisales para larga durabilidad y resistencia. Y yo me pregunto, si esos
asiáticos que fabrican la mayoría de celulares para grandes empresas como
Apple, Nokia, Samsung, y Huawei, son capaces de sacar un modelo nuevo cada año
¿Por qué entonces no fabrican un nuevo ser humano? Ya que si hay algo en la
tierra que necesite ser mejorado es sin lugar a dudas el ser humano. El modelo
corriente es el diseño original de la Madre Naturaleza, y la verdad esa señora
ya necesita un curso intensivo en el Sena sobre ingeniería y diseño 3D pues está
desvariando con algunos modelos actuales. (Para
la muestra, detállese usted mismo frente a un espejo y me dará la razón)
Empezaremos por los pies,
estos carecen de belleza natural y artificial. Mírese sus pies y conteste la
siguiente pregunta ¿usted sería capaz de invitar a una mujer u hombre que se
pareciera a su pies? Es evidente que no. Voy a intuir que sus pies son
deformados, retorcidos por el calzado que usa todos los días y con callosidades
por tanto tropezar con muebles, pisar vidrios, piedras, (en el mejor de los casos popo de perro) o troncharlos en una mala pisada.
En fin, ellos exigen continuamente medias, curitas y una rápida pedicura.
Por un momento trasladémonos
al mundo de la fantasía y supongamos que en vez de pies tenemos un par de
ruedas de lado y lado, esto sería el futuro inmediato ya que podríamos ir
rodando a nuestro trabajo, ir a pagar algún recibo a Coopenesa o visitar a los amigos
muy rápidamente. En la noche si tenemos mujer e hijos nos acoplamos un palo en
la cabeza, no ponemos un sillín en la espalda, nos encorvamos tantico y nuestra
mujer nos utilizaría como cochecito para pasear a los niños.
Ahora subamos un poco más y encontraremos
la rodilla, nadie sabe exactamente para qué sirve la rodilla, es más, no me voy
a desgastar tanto con esa parte del cuerpo (jajaja
que sarcástico). Funcionalmente es una desgracia ya que continuamente
presenta dolores y se desencaja rápidamente con algún golpe y requiere una
extraordinaria atención. Mi NoNo alcanzó a contarme que la rodilla en los
tiempos de su juventud se utilizaba para conquistar a una chica, apoyando una
en el suelo y la otra flexionada en el aire y así se le declaraba el amor o se
le entrega una rosa. (Lastima, el murió y
yo nunca aprendí a adoptar esa postura) ¡Ah! como extraño al dos veces
negado.
Continuemos con la barriga,
que es la parte más prominente del cuerpo, especialmente cuando se ha bebido
mucha cerveza y no se hace ejercicio, esta parte tiene una doble función, la
primera retiene lo que comemos y segundo y la más importante, sostiene nuestros
pantalones (lastimosamente cuando
respiramos bajan de 5 a 10 centímetros hasta quedar colgados del algún gancho
de forma natural, sin necesidad de utilizar una correa o cinturón) estoy
convencido de que si esta parte del cuerpo hubiese tenido un diseño inteligente
cumpliría otra función más eficiente. Ni mencionar los brazos que salen de
nuestro cuerpo sin ninguna razón aparente y se balancean hacia adelante y hacia
atrás y dan una apariencia grotesca. Incluso el Orangután que se supone está
por “debajo de nosotros” en la escala social, está mejor dotado y hace un uso
exclusivo y adecuado de sus brazos ya que llegan al suelo sin necesidad de que
el Orangután se agache, esto hace que pueda recoger colillas de cigarrillos y
monedas en la calle sin perder la dignidad.
Ahora pasemos al cuello es un
canal que en su interior alberga un adorno llamado manzana de Adán que es una
especie de bola que corre de arriba abajo como buscando compañero (a). La Madre
Naturaleza no supo qué hacer con esto y nos lo dejo ahí sin ni siquiera
decirnos para que sirve o que función cumple. Yo he tratado de ocultarla con
algunas corbatas pero en la mayoría de los casos son más antiestéticas que ni la
misma manzana de Adán. El cuello sería más práctico si dejará que nuestra
cabeza girara 360 grados, con la cabeza giratoria podríamos seguir a una mujer
bien buena con nuestra mirada sin perder el caminado hacia adelante, por otra
parte con la cabeza vuelta hacia atrás podríamos evitar a cualquier cobrador o
cualquier persona indeseable.
Para ir finalizando entremos
un poco en la boca de alguien (puede ser
la suya, por ejemplo) ¿Qué es lo que vemos? Aparte, de migas de pan y carne
entre algunos dientes de la comida anterior, vemos múltiples calzas negras rellenas
de cemento, coronas hechas en porcelana, paladar postizo, alambres de brackest
sueltos, etc. En realidad, podemos encontrar casi de todo, menos los dientes
completos. A veces pienso que los dientes, en especial la boca son elementos
que están demás, si realmente estuviéramos construidos por procedimientos
científicos, ni siquiera tendríamos boca. Usted se preguntaría inmediatamente
¿entonces como comeríamos? Y la respuesta es muy sencilla. Francamente no lo
sé, pero en una próxima columna quizás les diré.
Por último llegamos a la
cabeza, la parte principal de todo nuestro cuerpo, lugar donde nace nuestra
cabellera, claro está, que en algunos hombres y mujeres no prospera
considerablemente y solo se limita a unos cuantos, en casos extremos ni
siquiera crece y nuestra cabeza se convierte en una hermosa pista de patinaje. Es
posible que un cultivo científico contribuyera a resolver este problema de
alopecia, es decir, en invierno podríamos sembrar cabello en la cabeza por
aquello del frío y el viento, y, luego, en verano, en esos días calurosos cuando
los pelos empiezan a adelgazar y a caer en la sopa, podríamos plantar arvejas,
zanahorias y habichuelas. Al finalizar el año podríamos recolectar nuestra
cosecha y haríamos unos exquisitos tamales.
Podría seguir infinitamente
señalando espantosos errores cometidos por la Madre Naturaleza, pero el tiempo
es de hOROgo. Y usted querido amigo
o amiga si investigara más sobre el cuerpo humano, quizás, me daría un poco la
razón de toda cuanta mentira he dicho en este escrito.
Gracias a Groucho Marx por
ser la fuente primaria para esta adaptación en nuestra columna vertebral de los
miércoles de @Reflexionesdebrazo. Él es y seguirá siendo mi actor, humorista y
escritor preferido.